Tenía una visita pendiente pero la iba aplazando por culpa del tiempo: Ring of Beara. Para los que no estéis familiarizados con la geografía Irlandesa, el Ring of Beara (Anillo de Beara) es la costa de la penúltima península del sur de Irlanda. Aquí os dejo un mapa para que os situéis:
Para los que animéis a hacer este viaje una recomendación clara: llevad el coche cargado de gasolina y el conductor zapato cómodo. Nuestra idea era ir parando en pequeños pueblos pero, a decir verdad lo que realmente merece la pena es parar en donde están las vistas. Aún así llevábamos una lista de ciudades y, en algunas bajamos a pasear y estirar las piernas. Las ciudades fueron:
- Kenmare
- Eyeries y Allihies: todas las casas son de colores
- Lambshead (cabeza de cordero) y Dursey Island: esta parada no la hicimos porque se nos estaba haciendo un poco tarde y lo bonito (según la información que habíamos recopilado) era coger el teleférico que cruza desde la península hasta la isla.
- Glengariff
- Bantry
A esto le sumamos pequeñas paradas en medio de una carretera que deja muchísimo que desear, para disfrutar del paisaje, de las vistas y del mar. Para que os hagáis una idea de la carretera, no llegamos a 200 kilómetros el primer día y tardamos en hacerlo (parando realmente poco en cada sitio) ocho horas. Además en algún tramo nos vimos obligadas a parar hasta que pasaran animales o coches (demasiado estrecho para dos coches juntos).
Nuestra idea era disfrutar de la costa sur de Irlanda, la que linda con España, el domingo, así que reservamos un hotel en Bantry para pasar la noche y, por la mañana seguir el camino. Fue el domino cuando disfrutamos de Kinsale, un pueblo con tradición marinera, aunque la lluvia nos obligó a volver antes a casa, pero en el camino seguimos disfrutando del paisaje y, por primera vez (después de dos días enteros recorriendo costa) de una playa.
Un viaje que tuvo punto y final en Limerick y con 340 kilómetros en el cuenta kilómetros. Repetiría sin duda el viaje, pero de copiloto, ¡nunca de conductora!
RCA